ABC MADRID 17-10-1917 página 10
- EdiciónABC, MADRID
- Página10
- Fecha de publicación17/10/1917
- ID0000076085
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MOTORISMO LAS HARLEY DA VI D S O N SE ADJUDICAN EL C A M P E O N A TO EN LAS DOS CATEGORÍAS Las ruedas de las Harley han escriso el domingo su última página de glor. a en las pendientes de Galapagar. Luisito Copjtel y Miguel Lliviria han batido sus propios records y han entonado juntos el más gallardo himno en. honor de las Harley Dav dson. Ha- ce año y medio escaso que 1 estas máquinas ruedan en España, y ya su nombre es sinónimo de triunfo, y su fama se agranda en proporciones g gantescas. La constancia del éxito, la sene sucesiva de laureles, la brillantez notoria con que el equipo de las Harley subraya siempre sus clasificaciones en las carreras en que toma parte, son datos más que suficientes para juzgar de la excelencia de sus condiciones. Realmente, para fundamentar el crédito de una moto, no basta ganar una carrera un día, ni el hecho de ganarla le adjudica una ejecutoria de superioridad. Es preciso, para poder asp rar al título de marca grande, hacer- en unos meses lo que han hecho las Harley Davidson en lo que va de año 1917: meter en un concurso de regularidad como el Madr d- ValladalidMadrid 15 maquinas, y que lleguen las 15, y que ganen- ao medallas de oro. Inscribirse en la carrera kilómetro lanzado y batir tres records de España en ella. Y después de esto, adjudicarse los dos campeonatos que se han corrido en el año: el del Real Moto Club Español, en Junio, y el de España, en Octubre. Este reciente triunfo lo alcanza la HarJey Davidson en condiciones que lo hacen verdaderamente relevante. Luésito Coppel, sobre una máquina de serie, sin otro truco de carreras que el aligeramiento del motor por la perforación de las b elas, cu bre los 512 kilómetros del circuito en seis horas, treinta y cinco minutos y unos cuantos segundos. La marcha que ha llevado el campeón ha sido de 77 kilómetros 770 metros á la hora. Los que conocen las vertientes de Galapagar, los que en moto- ó en automóvl han trepado serpenteando aquellas curvas angulosas, pueden darse bien cuenta de la grandiosidad del tren de Coppel. Y ahora, que hablen los que hablan de la perforación de los motores. Recordando una frase de Castelar, el gran tribuno, podría jmuy bien Cappel deoir á sus adversarios: Perforadlos vosotros. Osear Leblanc, el popular campeón ciclista, afianzó el domingo el triunfo de las Harley clasificándose segundo con un liempo de seis horas, cincuenta y dos minutos. Osear, ingenuo, se asombraba de llegar el segundo en tan chira carrera el día de su- -Nunca pensé llegar segundo- -decía con sencillez encantadora. -Es la Harley Davidson la que te ha conducido al tjivnío- -le respondían sus at- %05. La segunda pane de 1, campeonato de España, el de motos con side- car, ha s do también para la Harley. Miguel Lliviria, que ya llevó esta marca al triunfo en el campeonato del Moto- Club en Junio conquista asimismo el domingo el campeonato de España para las Harley Davidson. debut como mo forman- Su tiempo en el difícil recorrido es realmente asombroso: siete horas, veintiocho minutos, que marcan una media de 68,571 kilómetros por hora. Este record, con siáe- car, en España, y en las carreteras sobre que ¡se ha establecido, es sencllamente estupendo, y puede bien legítimamente envanecer aá corredor y á la marca que monta. El misino Lliviria se ha batido ú sí propio, haciendo cinco kilómetros por nora más que en el campeonato de Jun o. Las Harley Dav dson complet an SUS triunfos del domingo adjudicándose el record d! e la vuelta más rápida en las dos categorías, t En la de motos solas la hace Luis Coppel en su primera vuelta al circuito, en la que emplea treinta y cuatro minutos, cincuenta y un segundos, lo que da una media de 91,700 kilómetros por hora. -Esta veloc dad- -decía Coppel- -la hubiera hecho en las diez vueltas un día de menos viento que el domingo. En la categoría de side- cars- Lliviria obtiene la vuelta más rápida en su tercera, que la cafo re en- cuarenta y tres mintatos, doce segundos. Añadamos á esto que de las ocho máquinas que formaron el equipo Harley DaV- dson, siete de ellas entran en la meta, y la octava 110 entra porque un nuil ángel se le atraviesa en el camino con riesgo de su vida. Y con- esto está hecha la crónka de la Harley en la carrera del domingo, de la Harley, campeón de España en ambas categorías para 1917. tes de las Irxlian se dispone á correr, es- trenando maqu 11 a nueva, y al tomar la salida le detiene uaa orden militar, y, como xa Jitar, no discutible. El campeón se queda k pie, sin nías consuelo que el recuerdo de que en este mismo circuito ba establecido una velocidad media ds 83,346 kil aciros por hora. Rvera había ganada ei campeonato en este mismo crcuito de Galapagar, y cu s ¿g uida, una mtemipcióii, tí d J circuuo Gtiadarransa- Xavacerrada. Si nosotros no fuésemos sumisos ortodoxos, convencidos de que ei fuero de Guerra tiene siempre razón, acaso discutiéramos una orden que nos p m ó del gusto de ver correr á uar con los arrestos de costumbre. Otro faltón íué Víctor Landa. el formidable corredor, que, sobre una Indian hizo en el m sno cu cuito una media de 89 kilómetros 2 58 metros, que no pudo venir de San Sebastian. Con estas bajas hay qre reconocer que el equipo Indian estaba un poco cojo, tanto más cuanto que Retana s ifr ó una aparatosa caída, que le deja sin un leposa- ples y sin la conexión del freno, y aun en estas Condiciones entra en tercer lugar. En motos ligeras, categoría de hasta 500 c. c, la Indian barre todo, conquista el primero y segundo puesto y se d. stanca, de tal modo en la clasificación de sus contrarios, que asombra las velocidades obtenidas por Paaano Fernández y Augusto Aparicio. En esta categoría, en la qite corren estas máquina? env condiciones normales, llegan sin vacilar a! pties +o qwfe ¡es corresponde. No se puede cerrar esta reseña sin hacer especial mención del recorrido del gran sportsman tolosano Irazusta (Cannon Ball) que, á pesar de habérsele saldo la cubierta delantera, logró con singular penca y sangre fría dominar su máquina, aun cuando este accidente le imr dió clasificarse, como era de todos esperado. En side- cars, el d stinguido teniente de Artillería D. Carlos Valentí, con máquina de su propiedad y de absoluto turismo, ocupa el segundo lugar, detrás del invencible Noy, lo que le vale sinceras felicitaciones en su debut como campeón de los amateur s, Don Alfonso Rodenas, notable abogado, v Abraharn Galindo, con malos suyas, particulares, toman el- cuarto y quinto lugar en side cars, y, por T Román Uribesalgo, fin, aun cuando no fina izó la prueba, oor haberse roto el s de- car, h zo la vuelta más rápida, en 42 minutos y 45 segundos, que... es andar. En suma, la Iridian hizo un papel brillante aun cuando no llegó á los ruidosos triunfos á que nos tiene acostumbrados. i Al desquite las motos rojas No habrá nadie que piense, si piensa juiciosa y rectamente, que el éxito ó la adversidad de un día puedan dar ni quitar nada á un crédito tan cimentado como el de las motos Indian El nombré de una marca no ha de ser tr- butano de la fortuna de un momento, cuando este nombre está tan alto como el de las motos rojas. Las Ind an fueron las precursoras del motorismo en nuestra tierra; á la sombra de su bandera se ha desarrollado en España el culto de la moto, y con su esfuerzo y su labor el número de motoristas ha crecido con rapidez vertiginosa. El historial brillante de esta marca le crea una aureola de respeto, que no puede esfumarse con unas horas de funesta guiqne. La moto que posee los dos records mundiales, el de velocidad y el de resistencia, obtenido el primero con una marcha de 165 kilómetros, 497 metros á la hora, y el segundo por un recorrido de 2.469 kilómetros, tiene derecho á todos los homenajes, y el brillo de su fama no ha de empañarse por llegar segando ó tercero en un concurso. América y Australia son testigos de los esfuerzos de las Indian en el extranjero. En España, donde las Indian han puesto su firma, han obtenido una victoria: La vuelta a Cataluña -La cuesta de los Brucéis el kilómeteo lanzado en Madrid, el campeonato del Moto Club Español, todo ello son laureles para la excelente molo, que tiene escritas cifras que se boiran difícilmente. En la carrera del dom ngo concurrieron para esta marca circunstancias que hubieron forzosamente de modificar los resultados de la lucha. Juanito R vera, uno de los orasos fuer- LAS HARLEY DAVIDSOM CONQUISTANLOS DOS PRIMEROS PUESTOS El premio instituido por Heraldo iivo ha sido también para las Harley. La fórmula de rendiimiento se resuelve en este concurso en función de la cilindrada, el peso de la máquina, la velocidad med a y el numero de- cilindros, de suerte que entran en ella todas las condiciones de una míqu na. Miguel Lliviria se apunta este record con o 7322, y José Alvarez el segundo puesto, con 0,7027. Ha sido, pues, Llivirs, sobre su Harley Davidson, con si de- car, el que, ha obtenido el mavor renditn ento de su mero. TÉ rE 311 rFíf 1 n? Hnl ffllfl ifflElint n rnim flnmmitiTinnnTrriinn iif 11